APARTAMENTOS RURALES LEONOR DE AQUITANIA dice: mis alojamientos

Fue mucho más que un castillo. Fue una fortaleza inexpugnable, una edificación desafiante, capaz de empequeñecer al más osado de los ejércitos. En el siglo X nada había como la fortaleza califal de Gormaz, única en su género en toda Europa. Punto estratégico de las fuerzas musulmanas, capaz de albergar un ejército completo en su interior, impidió la repoblación durante décadas que los reyes cristianos petendían al sur del Duero. Situada al norte de río castellano, era el centro de la famosa frontera del mismo nombre, que durante doscientos años ni avanzó, ni retrocedió, inmersa en constantes escaramuzas.
Desde lo más alto del Puerto de la Pela, en la raya entre Gudalajara y Soria y avanzando desde Atienza en dirección a El Burgo de Osma, el viajero divisa un castillo a lo lejos, que será castillazo a medida que se acerca y no encontrará nombre con que definirlo cuando se encuentra junto a los paños de sus murallas, que conservan la belleza de los arcos ojivales sobre sus puertas de acceso y trasmite al visitante el escalofrío de sentir su orgullo derrotado ante la magnitud de la colosal obra arquitectónica.
Paseará por sus patios de armas, recorrerá lo que queda de los aposentos, fotografiará una y otra vez los cientos de metros de sus murallas, y regresará sobrecojido, tal vez sintiendo el aliento de los caballos árabes, ágiles y livianos como azores, que descienden la ladera hacia la ermita de San Miguel, a la que recomendamos se acerque para recuperar el sosiego, después de tan agitado recorrido.

Enviado el 25 d Julio 2011