Pablo dice:

En plena reserva de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, y próximo a las Cuevas de Santimamiñe (que cuentan con pinturas rupestres y son visitables) se encuentra uno de los rincones más maravillas y mágicos de Euskadi, el Bosque de Oma, el Bosque Pintado de Ibarrola (1982-1985).
En un enclave ya de por si espectacular, Ibarrola ha diseñado un lugar difícilmente descriptible, un espacio donde la naturaleza y el arte conviven, una fusión única del trabajo de la naturaleza y del hombre.

Esta obra se sitúa dentro del movimiento de arte contemporáneo llamado Land Art, donde para crear arte se une la naturaleza y los elementos que nos proporciona (madera, tierra, piedras…)

Esta obra consta de 45 pinturas sobre los troncos de los arboles, en concreto de pinos. Puede parecer un conjunto desordenado, pero nada más lejos de la realidad, en algunos casos se tratan de combinaciones compuestas por varios árboles, por lo que tendremos que buscar el punto exacto para poder admirar la obra de forma adecuada. Además, cada obra cuenta con una flecha amarilla con un numero en el suelo, que nos servirá de información (hay mapas y planos explicativos en internet).

El recorrido total es de 7-8km y nos llevará un poco más de 1 hora (aunque se aconseja un poco más y pararnos a disfrutar de las obras). Se puede hacer en bicicleta perfectamente. Par llegar simplemente tomamos la dirección al caserio-restaurante Lezika o las Cuevas de Santimamiñe (ambas están juntos) en donde hay un parking de donde partiremos (justo enfrente del restaurante comienza la ruta)

Enviado el 15 d Noviembre 2013